Aunque hay muchos turistas, ofrece excelentes restaurantes, vida nocturna y preciosas playas para relajarse y disfrutar de los deportes acuáticos. Su mayor atracción es el cráter surrealista de aspecto lunar de un antiguo volcán, Pedra do Lume, cubierto de salinas. Se puede contemplar la vieja maquinaria empleada en la extracción de la sal, flotar en sus aguas saladas medicinales o visitar el pequeño balneario para darse un masaje o una limpieza con sal. Otros puntos de interés son la lonja de pescado en Palmeira, la bonita playa de Igrejinha, en el extremo este de Santa Maria, y la piscina natural de Buracona (al mediodía se puede ver el “ojo azul”, un efecto de luz natural en una poza subterránea).